domingo, 26 de mayo de 2013

Sobre la simbología y el lenguaje en el turismo para todos

Nuevo símbolo de accesibilidad en Nueva York
A pesar de que el concepto turismo para todos hace referencia aquellos productos y servicios del sector que  son "accesibles, utilizables y practicables en condiciones de seguridad, comodidad e igualdad, de la forma más autónoma y natural posible por todas las personas", los usos del lenguaje común facilitan que términos como turismo accesible, turismo inclusivo o turismo para todos no consigan su objetivo y que por el contrario continúen  asociados a otros conceptos e imágenes excluyentes como discapacidad, personas en silla de ruedas, personas ciegas,… Estas asociaciones de palabras (inclusivo-accesible-discapacidad- silla de ruedas-deficiencia-enfermedad,…) vienen a ser como respuestas reflejas condicionadas que se forman de manera instantánea e inevitable en nuestras cabezas.

Si bien es cierto que a un nivel teórico estos términos son mucho más justos, abiertos e inclusivos y por tanto deberían ayudar a ampliar el círculo de personas que se sienten identificados con ellos, a nivel práctico debido a la historia de uso que esas palabras han tenido tradicionalmente en nuestra cultura y esas equivalencias que se nos encienden de manera automática, esta terminología en algunos círculos puede producir el efecto contrario.
Por más justos, positivos y beneficiosos (para empresas, clientes y sociedad) que puedan ser estos términos, es inevitable que, a los ojos de muchas personas,  tengan ciertos matices negativos o que no les resulten “amigables”. Por ejemplo, no es extraño encontrar personas que aun pudiendo beneficiarse de estos servicios accesibles, no se sienten identificados  con los logos que los identifican o con algunos servicios “especiales”, como por ejemplo los que ofrecen apoyo en los aeropuertos para personas “con discapacidad”. 
Creo que es fácil entender, aún cuando no se piense de la misma manera, que  muchas personas mayores que ya no son capaces de andar tan rápido como lo hacían apenas un año atrás, o que se cansan subiendo escaleras que hace poco subían de dos en dos,  o que mujeres embarazadas o personas sordas, etc. no deseen ser identificadas como personas con discapacidad. 

De igual forma algo así puede ocurrir con aquellos empresarios y emprendedores cuya experiencia previa con las palabras y la manera común y tradicional de entender la discapacidad puede contribuir a que ciertos discursos llenos de razón y buenas intenciones los alejen más que acercarlos a los beneficios que el turismo inclusivo podría tener también para ellos y sus compañías.

Por todo ello creo que se debe hacer un esfuerzo mayor por re-definir la manera y la simbología  con la que se identifican las instalaciones y servicios accesibles. Si estamos hablando de turismo inclusivo o turismo para todos no es congruente que para su identificación se utilice el símbolo universal de la persona en silla de ruedas en blanco sobre fondo azul. (Por cierto hace unos días leí esta noticia sobre el cambio que las autoridades de Nueva York han introducido en este logo internacional, ofreciendo una idea más dinámica de las personas con discapacidad).

Sobre estas cuestiones se discutía hace unos días en un grupo profesional de Linkedin y uno de los participantes comentaba el caso de la región belga de Flandes, donde se utiliza un logo tan neutro como A o A+ para indicar el nivel de accesibilidad de las instalaciones en su nueva guía Accessible holiday accommodations in Flanders and Brussels 2013.


¿Y tú cómo lo ves?

4 comentarios:

  1. "No nos gusta que nos identifiquen como personas con discapacidad cuando una parte de nuestro cuerpo falla" da de lleno con el etiquetado social, la utilidad y los estereotipos. Y, visto así, que individualistas seguimos siendo a pesar de las dificultades...

    Los cambios se van consiguiendo a base de muchos pasos y, cuanto más concretos, mejor. Porque los avances son más perceptibles y dan fuerza para continuar. Hay mucho trabajo con los significados en simbologias y lenguajes. :)

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    1. Un lujo contar con este comentario tuyo.
      Qué importantes y necesarios me parecen esos muchos pasos pequeños, concretos y perceptibles. Los grandes titulares espectaculares (no pocas veces más efectistas que efectivos) de firmas, acuerdos, iniciativas y convenios entre instituciones importantes y políticos y administraciones supongo que tienen su función, que son un peaje que hay que pagar y pueden ser hasta imprescindibles o necesarias. Sin embargo, si el fin de estos acuerdos e iniciativas se agota en sí mismo, en la propia noticia, todo se queda en un simulacro y venta de humo, demasiado costosa en ocasiones.
      Tal vez algunos políticos o algunas compañías sí, pero la inmensa mayoría de las personas en toda su diversidad no vivimos en/de los titulares de los periódicos si no en las calles de los pueblos, en sus bares, sus hoteles y por tanto son esos pasos, las iniciativas desapercibidas pequeñas y particulares con las que las personas interaccionamos en nuestra vida cotidiana, las que traen los cambios reales, y las que nos educan.

      Gracias Tamara. Un abrazo

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  2. Conozco a más de una persona que utiliza silla de ruedas que sonreirían con la renovada simbología de Nueva York, pero eso es bueno porque el sentido del humor a veces transmite más que un discurso: "Hagan sitio que ahí vamos".

    Me parece interesante la propuesta del logo neutro pero añadiría un matiz: "A" debería ser la propuesta completa (lo "normal" vaya) así que los establecimientos que no tengan todo lo necesario tendrían que ser A-
    Igual es una forma de cambiar la percepción de los incentivos, en lugar de pensar que están dando más, que se sea consciente de que no se está ofreciendo lo necesario.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo Isabel. Esta idea que aportas completa muy bien las ideas y la intención de este post, es una visión que comparto contigo y que he comentado más de una vez en los cursos y algún congreso cuando hablamos de estas cosas.

      Y siendo congruentes con esa idea, no debería haber reconocimiento de calidad a una instalación sin unos buenos niveles de accesibilidad y sin una formación adecuada de los trajadores en atención a turistas no estandar; ni instalación turística alguna debería recibir un premio oficial tipo "medalla de oro al mejor hotel del año" (de la administración) si no cumple con unos requisitos mínimos de accesibilidad.

      Gracias!!!

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