domingo, 27 de octubre de 2013

La igualdad pervertida


Hay un uso perverso de la palabra igualdad,  un uso peligroso y suicida de su significado original. Este uso ayuda a poner en peligro de extinción  formas de ser, maneras de amar,  de mirar y de pensar, maneras de estar en el mundo. La igualdad bien entendida debiera cuidar las diferencias, la diversidad, cuidar lo excepcional, lo extraño, lo in-frecuente. Sin embargo pareciera a veces que a los que gestionan la igualdad les molestara lo que no es "normal" y así alientan lo homogéneo y fabrican clones de realidades y sueños en serie a los que todxs aspiramos por igual.

La igualdad no consiste en ser iguales, la igualdad consiste en tener los mismo derechos que el resto de las personas. Igualdad e identidad no son una misma realidad. La igualdad necesariamente ha de venir después. Antes de aspirar a la igualdad es imprescindible tener el derecho a ser unx mismx, a nuestra propia identidad,  a ser verdes o amarillos, altxs o bajxs, cojxs o ciegxs, hombres o mujeres, homosexuales o hermafroditas,  a tener 5 o 95 años, a tener síndrome de down o autismo, a besar con los ojos abiertos o cerrados, incluso a que nos guste Chopin o los Sex Pistols.

Sólo entonces la igualdad es una conquista valiosa y no un simple juego del lenguaje para ocultar nuestro miedo a lo diferente, nuestra  terquedad, nuestro estrabismo  o nuestra  xenofobia.  Sin la diversidad, sin una ecología humana de mil identidades la igualdad pierde su sentido, su valor ético y su compromiso con lo que quiera que sea el ser humano y la libertad.

2 comentarios:

  1. Y en el ámbito de "género" (ya la división no me gusta), no veas cómo me revienta el mal uso, y el abuso, de la palabra igualdad, que sólo tiene sentido si se contextualiza, como tú dices. Pero también por otro lado, ese uso demagógico que se hace cuando se "colectiviza" a una parte de la sociedad (ironía de las mayorías convertidas en minorías) se olvida que, a nivel personal y social, derechos implica deberes. Y no me refiero a la legislación sino al sentido del deber hacia la sociedad.

    Deberíamos hacer un "conversando con" sobre este tema :)

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  2. La guerra profiláctica.
    “Así pues, nuestras guerras resultan menos del enfrentamiento guerrero que de la domesticación de las fuerzas refractarias del planeta, de los elementos incontrolables, como se dice en términos policiales, y a los cuales no sólo pertenecen el Islam en su conjunto, sino también las etnias salvajes, las lenguas minoritarias, etc. Todo lo que es singular e irreductible tiene que ser reducido, remozado. Es la ley de la democracia y del Nuevo Orden Mundial”
    Baudrillard, "La guerra del Golfo no ha tenido lugar".

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